19 Obrando así enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo del
hombre, y diste a tus hijos la buena esperanza de que, en el
pecado, das
lugar al arrepentimiento.
20 Pues si a los enemigos de tus hijos, merecedores de la muerte, con
tanto miramiento e indulgencia los castigaste dándoles tiempo y lugar para
apartarse de la maldad,