14 por la vanidad de los hombres entraron en el mundo y, por eso,
está decidido su rápido fin.
15 Un padre atribulado por un luto prematuro encarga una imagen del
hijo malogrado; al hombre muerto de ayer, hoy como un dios le venera y
transmite a los suyos misterios y ritos.
16 Luego, la impía costumbre, afianzada con el tiempo, se acata
como ley.