16 Al fin, un hombre los hizo, uno que recibió en préstamo el espíritu
los modeló; y no hay hombre que modele un dios igual a sí mismo;
17 mortal como es, un ser muerto produce con sus manos impías.
Vale ciertamente más que las cosas que adora: él, un tiempo al menos, goza
de vida, ellos jamás.
18 Adoran, además, a los bichos más repugnantes que en estupidez
superan a todos los demás;
19 ni siquiera poseen la belleza de los animales que, a su modo,
cautiva al contemplarlos; están excluidos de la aprobación de Dios y de su
bendición.