8 Pero luego - ¡mala pena que se toma! - de la misma arcilla modela
una vana divinidad. Y la modela él, que poco ha nació de la tierra
y que
pronto habrá de volver a la tierra de donde fue sacado, cuando le reclamen
la devolución de su alma.
9 Pero no se preocupa de que va a morir, de que es efímera su vida;
antes rivaliza con orfebres y plateros, imita las obras del broncista
y se
ufana de modelar falsificaciones.
10 Escoria es su corazón, más vil que la tierra su esperanza, más
abyecta que la arcilla su vida,
11 porque desconoció al que le modeló a él, al que le inspiró un alma
activa y le infundió un espíritu vivificante.
12 Piensa que la existencia es un juego de niños y la vida, un
lucrativo mercado: «Es preciso ganar, dice, por todos los medios, aun
malos.»
13 Este hombre más que nadie sabe que peca, como quien de una
misma masa de tierra fabrica frágiles piezas y estatuas de ídolos.
14 Insensatos todos en sumo grado y más infelices que el alma de un
niño, los enemigos de tu pueblo que un día le oprimieron;