18 Las llamas unas veces se amansaban para no consumir a los
animales enviados contra los impíos, y darles a entender, por lo que veían,
que el juicio de Dios les hostigaba;
19 pero otras, aun en medio de las aguas, abrasaban con fuerza
superior a la del fuego para destruir las cosechas de una tierra inicua.