17 ya fuera labrador o pastor, o bien un obrero dedicado en la soledad
a su trabajo, sorprendido, soportaba la ineludible necesidad,
18 atados todos como estaban por una misma cadena de tinieblas. El
silbido del viento, el melodioso canto de las aves en la enramada, el ruido
regulado del agua que corría impetuosa,