3 Creían que se mantendrían ocultos con sus secretos pecados bajo el
oscuro velo del olvido; y se vieron dispersos, presa de terrible
espanto,
sobresaltados por apariciones.
4 Pues ni el escondrijo que les protegía les libraba del miedo; que
también allí resonaban ruidos escalofriantes y se aparecían
espectros
sombríos de lúgubre aspecto.
5 No había fuego intenso capaz de alumbrarles, ni las brillantes
llamas de las estrellas alcanzaban a esclarecer aquella odiosa noche.
6 Tan sólo una llamarada, por sí misma encendida, se dejaba entrever
sembrando el terror; pues en su espanto, al desaparecer la
visión,
imaginaban más horrible aún lo que acababan de ver.
7 Los artificios de la magia resultaron ineficaces; con gran afrenta
quedó refutado su pretendido saber,
8 pues los que prometían expulsar miedos y sobresaltos de las almas
enloquecidas, enloquecían ellos mismos con ridículos temores.