4 Pues ni el escondrijo que les protegía les libraba del miedo; que
también allí resonaban ruidos escalofriantes y se aparecían
espectros
sombríos de lúgubre aspecto.
5 No había fuego intenso capaz de alumbrarles, ni las brillantes
llamas de las estrellas alcanzaban a esclarecer aquella odiosa noche.