...la Biblia de Jerusalén
Sabiduría 17, 8-12
8 pues los que prometían expulsar miedos y sobresaltos de las almas
enloquecidas, enloquecían ellos mismos con ridículos temores.
9 Incluso cuando otro espanto no les atemorizara, sobresaltados por el
paso de los bichos y el silbido de los reptiles,
10 se morían de miedo, y rehusaban mirar aquel aire que de ninguna
manera podían evitar.
11 Cobarde es, en efecto, la maldad y ella a sí misma se condena;
acosada por la conciencia imagina siempre lo peor;
12 pues no es otra cosa el miedo sino el abandono del apoyo que
presta la reflexión;