26 Es un reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad
de Dios, una imagen de su bondad.
27 Aun siendo sola, lo puede todo; sin salir de sí misma, renueva el
universo; en todas las edades, entrando en las almas santas, forma en ellas
amigos de Dios y profetas,
28 porque Dios no ama sino a quien vive con la Sabiduría.
29 Es ella, en efecto, más bella que el sol, supera a todas las
constelaciones; comparada con la luz, sale vencedora,
30 porque a la luz sucede la noche, pero contra la Sabiduría no
prevalece la maldad.