...la Biblia de Jerusalén
Salmo 102, 2-6
2 (3) no ocultes lejos de mí tu rostro el día de mi angustia;
tiende
hacia mí tu oído, ¡el día en que te invoco, presto, respóndeme!
3 (4) Pues mis días en humo se disipan, mis huesos arden lo mismo
que un brasero;
4 (5) trillado como el heno, mi corazón se seca, y me olvido de comer
mi pan;
5 (6) ante la voz de mis sollozos, mi piel a mis huesos se ha pegado.
6 (7) Me parezco al búho del yermo, igual que la lechuza de las
ruinas;