...la Biblia de Jerusalén
Salmo 104, 1-13
1 ¡Alma mía, bendice a Yahveh! ¡Yahveh, Dios mío, qué grande eres!
Vestido de esplendor y majestad,
2 arropado de luz como de un manto, tú despliegas los cielos lo mismo
que una tienda,
3 levantas sobre las aguas tus altas moradas; haciendo de las nubes
carro tuyo, sobre las alas del viento te deslizas;
4 tomas por mensajeros a los vientos, a las llamas del fuego por
ministros.
5 Sobre sus bases asentaste la tierra, inconmovible para siempre
jamás.
6 Del océano, cual vestido, la cubriste, sobre los montes persistían las
aguas;
7 al increparlas tú, emprenden la huida, se precipitan al oír tu trueno,
8 y saltan por los montes, descienden por los valles, hasta el lugar que
tú les asignaste;
9 un término les pones que no crucen, por que no vuelvan a cubrir la
tierra.
10 Haces manar las fuentes en los valles, entre los montes se deslizan;
11 a todas las bestias de los campos abrevan, en ellas su sed apagan
los onagros;
12 sobre ellas habitan las aves de los cielos, dejan oír su voz entre la
fronda.
13 De tus altas moradas abrevas las montañas, del fruto de tus obras se
satura la tierra;