30 Pululó de ranas su país, hasta en las moradas de sus reyes;
31 mandó él, y vinieron los mosquitos, los cínifes por toda su
comarca.
32 Les dio por lluvia el granizo, llamas de fuego en su país;
33 hirió sus viñedos, sus higueras, y los árboles quebró de su comarca.
34 Dio la orden, y llegó la langosta, y el pulgón en número incontable;
35 comieron toda hierba en su país, comieron el fruto de su suelo.
36 E hirió en su país a todo primogénito, las primicias de todo su
vigor;
37 y a ellos los sacó con plata y oro, ni uno solo flaqueó de entre sus
tribus.
38 Egipto se alegró de su salida, pues era presa del terror.
39 El desplegó una nube por cubierta, y un fuego para alumbrar de
noche.
40 Pidieron, y trajo codornices, de pan de los cielos los hartó;
41 abrió la roca, y brotaron las aguas, como río corrieron por los
sequedales.
42 Recordando su palabra sagrada dada a Abraham su servidor,
43 sacó a su pueblo en alborozo, a sus elegidos entre gritos de júbilo.