Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 105, 9-39

9 lo que pactó con Abraham, el juramento que hizo a Isaac,

10 y que puso a Jacob como precepto, a Israel como alianza eterna,

11 diciendo: «Yo te daré la tierra de Canaán por parte de vuestra
herencia».

12 Aunque ellos eran poco numerosos, gente de paso y forasteros allí,

13 cuando iban de nación en nación, desde un reino a otro pueblo,
14 a nadie permitió oprimirles, por ellos castigó a los reyes:

15 «Guardaos de tocar a mis ungidos, ni mal alguno hagáis a mis
profetas.»

16 Llamó al hambre sobre aquel país, todo bastón de pan rompió;
17 delante de ellos envió a un hombre, José, vendido como esclavo.
18 Sus pies vejaron con grilletes, por su cuello pasaron las cadenas,

19 hasta que se cumplió su predicción, y le acreditó la palabra de
Yahveh.

20 El rey mandó a soltarle, el soberano de pueblos, a dejarle libre;
21 le erigió señor sobre su casa, y de toda su hacienda soberano,

22 para instruir a su gusto a sus magnates, y a sus ancianos hacer
sabios.

23 Entonces Israel entró en Egipto, Jacob residió en el país de Cam.
24 El aumentó a su pueblo en gran manera, le hizo más fuerte que sus

adversarios;

25 cambió el corazón de éstos para que odiasen a su pueblo y a sus
siervos pusieran asechanzas.

26 Luego envió a Moisés su servidor, y Aarón, su escogido,


27 que hicieron entre ellos sus señales anunciadas, prodigios en el país
de Cam.

28 Mandó tinieblas y tinieblas hubo, mas ellos desafiaron sus
palabras.

29 Trocó en sangre sus aguas y a sus peces dio muerte.

30 Pululó de ranas su país, hasta en las moradas de sus reyes;

31 mandó él, y vinieron los mosquitos, los cínifes por toda su
comarca.

32 Les dio por lluvia el granizo, llamas de fuego en su país;

33 hirió sus viñedos, sus higueras, y los árboles quebró de su comarca.
34 Dio la orden, y llegó la langosta, y el pulgón en número incontable;
35 comieron toda hierba en su país, comieron el fruto de su suelo.

36 E hirió en su país a todo primogénito, las primicias de todo su
vigor;

37 y a ellos los sacó con plata y oro, ni uno solo flaqueó de entre sus
tribus.

38 Egipto se alegró de su salida, pues era presa del terror.

39 El desplegó una nube por cubierta, y un fuego para alumbrar de
noche.