...la Biblia de Jerusalén
Salmo 119, 111-118
111 Tus dictámenes son mi herencia por siempre, ellos son la alegría
de mi corazón.
112 Inclino mi corazón a practicar tus preceptos, recompensa por
siempre.
113 = Sámek. = Aborrezco la doblez y amo tu ley.
114 Mi refugio y mi escudo eres tú, yo espero en tu palabra.
115 ¡Apartaos de mí, malvados, quiero guardar los mandamientos de
mi Dios!
116 Sosténme conforme a tu promesa, y viviré, no defraudes mi
esperanza.
117 Sé tú mi apoyo, y seré salvo, y sin cesar tendré a la vista
tus
preceptos.
118 Tú deshaces a todos los que se desvían de tus preceptos, mentira
es su astucia.