...la Biblia de Jerusalén
Salmo 119, 123-127
123 En pos de tu salvación languidecen mis ojos, tras tu promesa de
justicia.
124 Según tu amor trata a tu siervo, enséñame tus preceptos.
125 Yo soy tu servidor, hazme entender, y aprenderé tus dictámenes.
126 Ya es hora de actuar, Yahveh, se ha violado tu ley.
127 Por eso amo yo tus mandamientos más que el oro, más que el oro
fino.