Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 119, 2-26

2 Dichosos los que guardan sus dictámenes, los que le buscan de todo
corazón,

3 y los que, sin cometer iniquidad, andan por sus caminos.

4 Tú tus ordenanzas promulgaste, para que sean guardadas
cabalmente.

5 ¡Ojalá mis caminos se aseguren para observar tus preceptos!

6 Entonces no tendré vergüenza alguna al mirar a todos tus
mandamientos.

7 Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos
juicios.

8 Tus preceptos, los observaré, no me abandones tú del todo.

9 = Bet. = ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu
palabra.

10 De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus
mandamientos.

11 Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra

ti.

12 Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos.

13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.

14 En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.
15 En tus ordenanzas quiero meditar y mirar a tus caminos.

16 En tus preceptos tengo mis delicias, no olvido tu palabra.

17 = Guímel. = Haz merced a tu siervo y viviré. y guardaré tu palabra.
18 Abre mis ojos para que contemple las maravillas de tu ley.

19 Un forastero soy sobre la tierra, tus mandamientos no me ocultes.

20 Mi alma se consume deseando tus juicios en todo tiempo.

21 Tú increpas a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus
mandamientos.

22 Echa lejos de mí oprobio y menosprecio, porque he guardado tus
dictámenes.

23 Aunque los príncipes hablen en sesión contra mí, tu servidor
medita en tus preceptos.

24 Tus dictámenes hacen mis delicias, mis consejeros, tus preceptos.
25 = Dálet. = Mi alma está pegada al polvo, hazme vivir conforme a tu

palabra.


26 Mis caminos expuse, y tú me respondiste, enséñame tus preceptos.