...la Biblia de Jerusalén
Salmo 119, 21-26
21 Tú increpas a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus
mandamientos.
22 Echa lejos de mí oprobio y menosprecio, porque he guardado tus
dictámenes.
23 Aunque los príncipes hablen en sesión contra mí, tu servidor
medita en tus preceptos.
24 Tus dictámenes hacen mis delicias, mis consejeros, tus preceptos.
25 = Dálet. = Mi alma está pegada al polvo, hazme vivir conforme a tu
palabra.
26 Mis caminos expuse, y tú me respondiste, enséñame tus preceptos.