...la Biblia de Jerusalén
Salmo 119, 23-43
23 Aunque los príncipes hablen en sesión contra mí, tu servidor
medita en tus preceptos.
24 Tus dictámenes hacen mis delicias, mis consejeros, tus preceptos.
25 = Dálet. = Mi alma está pegada al polvo, hazme vivir conforme a tu
palabra.
26 Mis caminos expuse, y tú me respondiste, enséñame tus preceptos.
27 Hazme entender el camino de tus ordenanzas, y meditaré en tus
maravillas.
28 Se va en lágrimas mi alma por el tedio, sosténme conforme a tu
palabra.
29 Aléjame del camino de mentira, y dame la gracia de tu ley,
30 He escogido el camino de la lealtad, a tus juicios me conformo.
31 A tus dictámenes me mantengo adherido, no me confundas, tú,
Yahveh.
32 Corro por el camino de tus mandamientos, pues tú mi corazón
dilatas.
33 = He. = Enséñame, Yahveh, el camino de tus preceptos, yo lo
quiero guardar en recompensa.
34 Hazme entender, para guardar tu ley y observarla de todo corazón.
35 Llévame por la senda de tus mandamientos porque mi
complacencia tengo en ella.
36 Inclina mi corazón hacia tus dictámenes, y no a ganancia injusta.
37 Aparta mis ojos de mirar vanidades, por tu palabra vivifícame.
38 Mantén a tu siervo tu promesa, que conduce a tu temor.
39 Aparta de mí el oprobio que me espanta, pues son buenos tus
juicios.
40 Mira que deseo tus ordenanzas, hazme vivir por tu justicia.
41 = Vau. = ¡Llegue hasta mí tu amor, Yahveh, tu salvación, conforme
a tu promesa!
42 Y daré respuesta al que me insulta, porque confío en tu palabra.
43 No quites de mi boca la palabra de verdad, porque espero en tus
juicios.