...la Biblia de Jerusalén
Salmo 119, 88-106
88 Según tu amor dame la vida, y guardaré el dictamen de tu boca.
89 = Lámed. = Para siempre, Yahveh, tu palabra, firme está en los
cielos.
90 Por todas las edades tu verdad, tú fijaste la tierra, ella persiste.
91 Por tus juicios subsiste todo hasta este día, pues toda cosa es sierva
tuya.
92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya habría perecido en mi
miseria.
93 Jamás olvidaré tus ordenanzas, por ellas tú me das la vida.
94 Tuyo soy, sálvame, pues tus ordenanzas voy buscando.
95 Para perderme me acechan los impíos, yo estoy atento a tus
dictámenes.
96 De todo lo perfecto he visto el límite: ¡Qué inmenso es tu
mandamiento!
97 = Mem. = ¡Oh, cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi
meditación.
98 Más sabio me haces que mis enemigos por tu mandamiento, que
por siempre es mío.
99 Tengo más prudencia que todos mis maestros, porque mi
meditación son tus dictámenes.
100 Poseo más cordura que los viejos, porque guardo tus ordenanzas.
101 Retraigo mis pasos de toda mala senda para guardar tu palabra.
102 De tus juicios no me aparto, porque me instruyes tú.
103 ¡Cuán dulce al paladar me es tu promesa, más que miel a mi boca!
104 Por tus ordenanzas cobro inteligencia, por eso odio toda senda de
mentira.
105 = Nun. = Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi
sendero.
106 He jurado, y he de mantenerlo, guardar tus justos juicios.