...la Biblia de Jerusalén
Salmo 119, 88-98
88 Según tu amor dame la vida, y guardaré el dictamen de tu boca.
89 = Lámed. = Para siempre, Yahveh, tu palabra, firme está en los
cielos.
90 Por todas las edades tu verdad, tú fijaste la tierra, ella persiste.
91 Por tus juicios subsiste todo hasta este día, pues toda cosa es sierva
tuya.
92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya habría perecido en mi
miseria.
93 Jamás olvidaré tus ordenanzas, por ellas tú me das la vida.
94 Tuyo soy, sálvame, pues tus ordenanzas voy buscando.
95 Para perderme me acechan los impíos, yo estoy atento a tus
dictámenes.
96 De todo lo perfecto he visto el límite: ¡Qué inmenso es tu
mandamiento!
97 = Mem. = ¡Oh, cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi
meditación.
98 Más sabio me haces que mis enemigos por tu mandamiento, que
por siempre es mío.