...la Biblia de Jerusalén
Salmo 144, 10-14
10 tú que das a los reyes la victoria, que salvas a David tu servidor. De
espada de infortunio
11 sálvame. líbrame de la mano de extranjeros, cuya boca profiere
falsedad y cuya diestra es diestra de mentira.
12 Sean nuestros hijos como plantas florecientes en su juventud,
nuestras hijas como columnas angulares, esculpidas como las de un palacio;
13 nuestros graneros llenos, rebosantes de frutos de toda especie,
nuestras ovejas, a millares, a miríadas, por nuestras praderías;
14 nuestras bestias bien cargadas; no haya brecha ni salida, ni grito en
nuestras plazas.