...la Biblia de Jerusalén
Salmo 18, 2-14
2 (3) Yahveh, mi roca y mi baluarte, mi liberador, mi Dios; la peña en
que me amparo, mi escudo y fuerza de mi salvación, mi ciudadela y
mi
refugio.
3 (4) Invoco a Yahveh, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de
mis enemigos.
4 (5) Las olas de la muerte me envolvían, me espantaban las trombas
de Belial,
5 (6) los lazos del seol me rodeaban, me aguardaban los cepos de la
Muerte.
6 (7) Clamé a Yahveh en mi angustia, a mi Dios invoqué; y escuchó
mi voz desde su Templo, resonó mi llamada en sus oídos.
7 (8) La tierra fue sacudida y vaciló, retemblaron las bases de los
montes, (vacilaron bajo su furor);
8 (9) una humareda subió de sus narices, y de su boca un fuego que
abrasaba, (de él salían carbones encendidos).
9 (10) El inclinó los cielos y bajó, un espeso nublado debajo de sus
pies;
10 (11) cabalgó sobre un querube, emprendió el vuelo, sobre las alas
de los vientos planeó.
11 (12) Se puso como tienda un cerco de tinieblas, tinieblas de las
aguas, espesos nubarrones;
12 (13) del fulgor que le precedía se encendieron granizo y ascuas de
fuego.
13 (14) Tronó Yahveh en los cielos, lanzó el Altísimo su voz;
14 (15) arrojó saetas, y los puso en fuga, rayos fulminó y sembró
derrota.