...la Biblia de Jerusalén
Salmo 18, 8-17
8 (9) una humareda subió de sus narices, y de su boca un fuego que
abrasaba, (de él salían carbones encendidos).
9 (10) El inclinó los cielos y bajó, un espeso nublado debajo de sus
pies;
10 (11) cabalgó sobre un querube, emprendió el vuelo, sobre las alas
de los vientos planeó.
11 (12) Se puso como tienda un cerco de tinieblas, tinieblas de las
aguas, espesos nubarrones;
12 (13) del fulgor que le precedía se encendieron granizo y ascuas de
fuego.
13 (14) Tronó Yahveh en los cielos, lanzó el Altísimo su voz;
14 (15) arrojó saetas, y los puso en fuga, rayos fulminó y sembró
derrota.
15 (16) El fondo del mar quedó a la vista, los cimientos del orbe
aparecieron, ante tu imprecación, Yahveh, al resollar el aliento en
tus
narices.
16 (17) El extiende su mano de lo alto para asirme, para sacarme de
las profundas aguas;
17 (18) me libera de un enemigo poderoso, de mis adversarios más
fuertes que yo.