...la Biblia de Jerusalén
Salmo 22, 1-4
1 (2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¡lejos de mi
salvación la voz de mis rugidos!
2 (3) Dios mío, de día clamo, y no respondes, también de noche, no
hay silencio para mí.
3 (4) ¡Mas tú eres el Santo, que moras en las laudes de Israel!
4 (5) En ti esperaron nuestros padres, esperaron y tú los liberaste;