Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 22, 1-7

1 (2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¡lejos de mi
salvación la voz de mis rugidos!

2 (3) Dios mío, de día clamo, y no respondes, también de noche, no
hay silencio para mí.

3 (4) ¡Mas tú eres el Santo, que moras en las laudes de Israel!

4 (5) En ti esperaron nuestros padres, esperaron y tú los liberaste;

5 (6) a ti clamaron, y salieron salvos, en ti esperaron, y nunca
quedaron confundidos.

6 (7) Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del vulgo, asco del
pueblo,

7 (8) todos los que me ven de mí se mofan, tuercen los labios,
menean la cabeza: