...la Biblia de Jerusalén
Salmo 22, 13-17
13 (14) ávidos abren contra mí sus fauces; leones que desgarran y
rugen.
14 (15) Como el agua me derramo, todos mis huesos se dislocan, mi
corazón se vuelve como cera, se me derrite entre mis entrañas.
15 (16) Está seco mi paladar como una teja y mi lengua pegada a mi
garganta; tú me sumes en el polvo de la muerte.
16 (17) Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me
acorrala como para prender mis manos y mis pies.
17 (18) Puedo contar todos mis huesos; ellos me observan y me miran,