...la Biblia de Jerusalén
Salmo 22, 15-20
15 (16) Está seco mi paladar como una teja y mi lengua pegada a mi
garganta; tú me sumes en el polvo de la muerte.
16 (17) Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me
acorrala como para prender mis manos y mis pies.
17 (18) Puedo contar todos mis huesos; ellos me observan y me miran,
18 (19) repártense entre sí mis vestiduras y se sortean mi túnica.
19 (20) ¡Mas tú, Yahveh, no te estés lejos, corre en mi ayuda, oh
fuerza mía,
20 (21) libra mi alma de la espada, mi única de las garras del perro;