Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 22, 18-24

18 (19) repártense entre sí mis vestiduras y se sortean mi túnica.

19 (20) ¡Mas tú, Yahveh, no te estés lejos, corre en mi ayuda, oh
fuerza mía,

20 (21) libra mi alma de la espada, mi única de las garras del perro;
21 (22) sálvame de las fauces del león, y mi pobre ser de los cuernos

de los búfalos!

22 (23) ¡Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la
asamblea te alabaré!:

23 (24) «Los que a Yahveh teméis, dadle alabanza, raza toda de Jacob,
glorificadle, temedle, raza toda de Israel».

24 (25) Porque no ha despreciado ni ha desdeñado la miseria del
mísero; no le ocultó su rostro, mas cuando le invocaba le escuchó.