...la Biblia de Jerusalén
Salmo 22, 19-25
19 (20) ¡Mas tú, Yahveh, no te estés lejos, corre en mi ayuda, oh
fuerza mía,
20 (21) libra mi alma de la espada, mi única de las garras del perro;
21 (22) sálvame de las fauces del león, y mi pobre ser de los cuernos
de los búfalos!
22 (23) ¡Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la
asamblea te alabaré!:
23 (24) «Los que a Yahveh teméis, dadle alabanza, raza toda de Jacob,
glorificadle, temedle, raza toda de Israel».
24 (25) Porque no ha despreciado ni ha desdeñado la miseria del
mísero; no le ocultó su rostro, mas cuando le invocaba le escuchó.
25 (26) De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos
cumpliré ante los que le temen.