Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 22, 2-10

2 (3) Dios mío, de día clamo, y no respondes, también de noche, no
hay silencio para mí.

3 (4) ¡Mas tú eres el Santo, que moras en las laudes de Israel!

4 (5) En ti esperaron nuestros padres, esperaron y tú los liberaste;

5 (6) a ti clamaron, y salieron salvos, en ti esperaron, y nunca
quedaron confundidos.

6 (7) Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del vulgo, asco del
pueblo,

7 (8) todos los que me ven de mí se mofan, tuercen los labios,
menean la cabeza:

8 (9) «Se confió a Yahveh, ¡pues que él le libre, que le salve, puesto
que le ama!»

9 (10) Sí, tú del vientre me sacaste, me diste confianza a los pechos
de mi madre;

10 (11) a ti fui entregado cuando salí del seno, desde el vientre de mi
madre eres tú mi Dios.