...la Biblia de Jerusalén
Salmo 22, 5-10
5 (6) a ti clamaron, y salieron salvos, en ti esperaron, y nunca
quedaron confundidos.
6 (7) Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del vulgo, asco del
pueblo,
7 (8) todos los que me ven de mí se mofan, tuercen los labios,
menean la cabeza:
8 (9) «Se confió a Yahveh, ¡pues que él le libre, que le salve, puesto
que le ama!»
9 (10) Sí, tú del vientre me sacaste, me diste confianza a los pechos
de mi madre;
10 (11) a ti fui entregado cuando salí del seno, desde el vientre de mi
madre eres tú mi Dios.