...la Biblia de Jerusalén
Salmo 28, 1-2
1 Hacia ti clamo, Yahveh, roca mía, no estés mudo ante mí; no sea yo,
ante tu silencio, igual que los que bajan a la fosa.
2 Oye la voz de mis plegarias, cuando grito hacia ti, cuando elevo mis
manos, oh Yahveh, al santuario de tu santidad.