Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 28, 1-5

1 Hacia ti clamo, Yahveh, roca mía, no estés mudo ante mí; no sea yo,
ante tu silencio, igual que los que bajan a la fosa.

2 Oye la voz de mis plegarias, cuando grito hacia ti, cuando elevo mis
manos, oh Yahveh, al santuario de tu santidad.

3 No me arrebates con los impíos, ni con los agentes de mal, que
hablan de paz a su vecino, mas la maldad está en su corazón.

4 Dales, Yahveh, conforme a sus acciones, y a la malicia de sus
hechos, según la obra de sus manos trátales, págales con su misma moneda.

5 Pues no comprenden los hechos de Yahveh, la obra de sus manos:

¡derríbelos él y no los rehabilite!