Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 28, 2-9

2 Oye la voz de mis plegarias, cuando grito hacia ti, cuando elevo mis
manos, oh Yahveh, al santuario de tu santidad.

3 No me arrebates con los impíos, ni con los agentes de mal, que
hablan de paz a su vecino, mas la maldad está en su corazón.

4 Dales, Yahveh, conforme a sus acciones, y a la malicia de sus
hechos, según la obra de sus manos trátales, págales con su misma moneda.

5 Pues no comprenden los hechos de Yahveh, la obra de sus manos:

¡derríbelos él y no los rehabilite!


6 ¡Bendito sea Yahveh, que ha oído la voz de mis plegarias!

7 Yahveh mi fuerza, escudo mío, en él confió mi corazón y he
recibido ayuda: mi carne de nuevo ha florecido, le doy gracias de
todo
corazón.

8 Yahveh, fuerza de su pueblo, fortaleza de salvación para su ungido.
9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, pastoréalos y llévalos por

siempre.