...la Biblia de Jerusalén
Salmo 30, 10-12
10 (11) ¡Escucha, Yahveh, y ten piedad de mí! ¡Sé tú, Yahveh, mi
auxilio!
11 (12) Has trocado mi lamento en una danza, me has quitado el sayal
y me has ceñido de alegría;
12 (13) mi corazón por eso te salmodiará sin tregua; Yahveh, Dios
mío, te alabaré por siempre.