8 (9) no me has entregado en manos del enemigo, y has puesto mis
pies en campo abierto.
9 (10) Tenme piedad, Yahveh, que en angustias estoy. De tedio se
corroen mis ojos, mi alma, mis entrañas.
10 (11) Pues mi vida se consume en aflicción, y en suspiros mis años;
sucumbe mi vigor a la miseria, mis huesos se corroen.
11 (12) De todos mis opresores me he hecho el oprobio; asco soy de
mis vecinos, espanto de mis familiares. Los que me ven en la calle huyen
lejos de mí;
12 (13) dejado estoy de la memoria como un muerto, como un objeto
de desecho.