...la Biblia de Jerusalén
Salmo 39, 1-2
1 (2) Yo me decía: «Guardaré mis caminos, sin pecar con mi lengua,
pondré un freno en mi boca, mientras esté ante mí el impío.»
2 (3) Enmudecí, quedé en silencio y calma: mas al ver su dicha se
enconó mi tormento.