10 (11) No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he
proclamado tu lealtad, tu salvación, no he ocultado tu amor y tu verdad a la
gran asamblea.
11 (12) Y tú, Yahveh, no contengas tus ternuras para mí. Que tu amor
y tu verdad incesantes me guarden.
12 (13) Pues desdichas me envuelven en número incontable. Mis
culpas me dan caza, y no puedo ya ver; más numerosas son que los cabellos
de mi cabeza, y el corazón me desampara.
13 (14) ¡Dígnate, oh Yahveh, librarme, Yahveh, corre en mi ayuda!
14 (15) ¡Queden avergonzados y confusos todos juntos los que
buscan mi vida para cercenarla! ¡Atrás, sean confundidos los que desean mi
mal!
15 (16) Queden consternados de vergüenza los que dicen contra mí:
«¡Ja, Ja!»
16 (17) ¡En ti se gocen y se alegren todos los que te buscan! Repitan
sin cesar: «¡Grande es Yahveh!», los que aman tu salvación.