...la Biblia de Jerusalén
Salmo 5, 5-9
5 (6) No, los arrogantes no resisten delante de tus ojos. Detestas a
todos los agentes de mal,
6 (7) pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fraudulento le
abomina Yahveh.
7 (8) Mas yo, por la abundancia de tu amor, entro en tu Casa; en tu
santo Templo me prosterno, lleno de tu temor.
8 (9) Guíame, Yahveh, en tu justicia, por causa de los que me acechan,
allana tu camino ante mí.
9 (10) Que no hay en su boca lealtad, en su interior, tan sólo
subversión; sepulcro abierto es su garganta, melosa muévese su lengua.