...la Biblia de Jerusalén
Salmo 50, 7-17
7 «Escucha, pueblo mío, que hablo yo, Israel, yo atestiguo contra ti,
yo, Dios, tu Dios.
8 «No es por tus sacrificios por lo que te acuso: ¡están siempre ante mí
tus holocaustos!
9 No tengo que tomar novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus
apriscos.
10 «Pues mías son todas las fieras de la selva, las bestias en los
montes a millares;
11 conozco todas las aves de los cielos, mías son las bestias de
los
campos.
12 «Si hambre tuviera, no habría de decírtelo, porque mío es el orbe y
cuanto encierra.
13 ¿Es que voy a comer carne de toros, o a beber sangre de machos
cabríos?
14 «Sacrificio ofrece a Dios de acción de gracias, cumple tus votos al
Altísimo;
15 e invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me darás gloria.»
16 Pero al impío Dios le dice: «¿Qué tienes tú que recitar mis
preceptos, y tomar en tu boca mi alianza,
17 tú que detestas la doctrina, y a tus espaldas echas mis palabras?