...la Biblia de Jerusalén
Salmo 51, 4-18
4 (6) contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por
que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
5 (7) Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.
6 (8) Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me
enseñas la sabiduría.
7 (9) Rocíame con el hisopo, y seré limpio, lávame, y quedaré más
blanco que la nieve.
8 (10) Devuélveme el son del gozo y la alegría, exulten los huesos
que machacaste tú.
9 (11) Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.
10 (12) Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme
dentro de mí renueva;
11 (13) no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu
santo
espíritu.
12 (14) Vuélveme la alegría de tu salvación, y en espíritu generoso
afiánzame;
13 (15) enseñaré a los rebeldes tus caminos, y los pecadores volverán
a ti.
14 (16) Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará
mi lengua tu justicia;
15 (17) abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
16 (18) Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo
aceptas.
17 (19) El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito
y humillado, oh Dios, no lo desprecias.
18 (20) ¡Favorece a Sión en tu benevolencia, reconstruye las murallas
de Jerusalén!