6 (7) tú que afirmas los montes con tu fuerza, de potencia ceñido,
7 (8) y acallas el estruendo de los mares, el estruendo de sus
olas.
Están los pueblos en bullicio,
8 (9) por tus señales temen los que habitan los confines, a las puertas
de la mañana y de la tarde haces tú gritar de júbilo.
9 (10) Tú visitas la tierra y la haces rebosar, de riquezas la colmas. El
río de Dios va lleno de agua, tú preparas los trigales. Así es
como la
preparas: