...la Biblia de Jerusalén
Salmo 68, 8-12
8 (9) la tierra retembló, y hasta los cielos se licuaron ante la faz de
Dios, ante la faz de Dios, el Dios de Israel.
9 (10) Tú derramaste, oh Dios, una lluvia de larguezas, a tu heredad
extenuada, tú la reanimaste;
10 (11) tu grey halló una morada, aquella que en tu bondad, oh Dios,
al desdichado preparabas.
11 (12) El Señor da la palabra: es el anuncio de un ejército inmenso.
12 (13) Y mientras los reyes, los ejércitos huyen, huyen, la bella de la
casa reparte el botín.