...la Biblia de Jerusalén
Salmo 68, 9-17
9 (10) Tú derramaste, oh Dios, una lluvia de larguezas, a tu heredad
extenuada, tú la reanimaste;
10 (11) tu grey halló una morada, aquella que en tu bondad, oh Dios,
al desdichado preparabas.
11 (12) El Señor da la palabra: es el anuncio de un ejército inmenso.
12 (13) Y mientras los reyes, los ejércitos huyen, huyen, la bella de la
casa reparte el botín.
13 (14) Mientras vosotros descansáis entre las tapias del aprisco, las
alas de la Paloma se cubren de plata, y sus plumas de destellos de
oro
verde;
14 (15) cuando Sadday dispersa a los reyes, por ella cae la nieve en el
Monte Umbrío.
15 (16) ¡Monte de Dios, el monte de Basán! ¡Monte escarpado, el
monte de Basán!
16 (17) ¿Por que miráis celosos, montes escarpados, al monte que
Dios escogió por mansión? ¡Oh sí, Yahveh morará allí para siempre!
17 (18) Los carros de Dios, por millares de miríadas; el Señor ha
venido del Sinaí al santuario.