2 (3) Me hundo en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; he
llegado hasta el fondo de las aguas, y las olas me anegan.
3 (4) Estoy exhausto de gritar, arden mis fauces, mis ojos
se
consumen de esperar a mi Dios.
4 (5) Son más que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me
odian; más duros que mis huesos los que me hostigan sin razón. (¿Lo que
yo no he robado tengo que devolver?)
5 (6) Tú, oh Dios, mi torpeza conoces, no se te ocultan mis ofensas.
6 (7) ¡No se avergüencen por mí los que en ti esperan, oh Yahveh
Sebaot! ¡No sufran confusión por mí los que te buscan, oh Dios de Israel!
7 (8) Pues por ti sufro el insulto, y la vergüenza cubre mi semblante;
8 (9) para mis hermanos soy un extranjero, un desconocido para los
hijos de mi madre;
9 (10) pues me devora el celo de tu casa, y caen sobre mí los insultos
de los que te insultan.
10 (11) Si mortifico mi alma con ayuno, se me hace un pretexto de
insulto;
11 (12) si tomo un sayal por vestido, para ellos me convierto en burla,