Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 78, 24-51

24 hizo llover sobre ellos maná para comer, les dio el trigo de los
cielos;

25 pan de Fuertes comió el hombre, les mandó provisión hasta la
hartura.

26 Hizo soplar en los cielos el solano, el viento del sur con su poder
atrajo,


27 y llovió sobre ellos carne como polvo, y aves como la arena de los
mares;

28 las dejó caer en medio de su campo, en torno a sus moradas.
29 Comieron hasta quedar bien hartos, así satisfizo su avidez;

30 mas aún no habían colmado su avidez, su comida estaba aún en su

boca,

31 cuando la cólera de Dios estalló contra ellos: hizo estragos entre los

más fuertes, y abatió a la flor de Israel.

32 Mas con todo pecaron todavía, en sus maravillas no tuvieron fe.
33 El consumió sus días con un soplo, y sus años con espanto.

34 Cuando los mataba, le buscaban, se convertían, se afanaban por él,
35 y recordaban que Dios era su roca, su redentor, el Dios Altísimo.
36 Mas le halagaban con su boca, y con su lengua le mentían;

37 su corazón no era fiel para con él, no tenían fe en su alianza.

38 El, con todo, enternecido, borraba las culpas y no exterminaba;
bien de veces su cólera contuvo y no despertó todo su furor:

39 se acordaba de que ellos eran carne, un soplo que se va y no vuelve

más.

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, le irritaron en

aquellas soledades!

41 Otra vez a tentar a Dios volvían, a exasperar al Santo de Israel;

42 no se acordaron de su mano, del día en que les libró del adversario;

43 cuando hizo en Egipto sus señales, en el campo de Tanis sus
prodigios.

44 Trocó en sangre sus ríos y sus arroyos para que no bebiesen.

45 Tábanos les mandó que los comieron, y ranas que los infestaron;

46 entregó a la langosta sus cosechas, el fruto de su
afán al
saltamontes;

47 asoló con granizo sus viñedos, y con la helada sus sicómoros;
48 entregó sus ganados al pedrisco y a los rayos sus rebaños.

49 Lanzó contra ellos el fuego de su cólera, indignación, enojo y
destrucción, tropel de mensajeros de desgracias;

50 libre curso dio a su ira. No preservó sus almas de la muerte, a la
peste sus vidas entregó;

51 hirió en Egipto a todo primogénito, las primicias de la raza en las
tiendas de Cam.