...la Biblia de Jerusalén
Salmo 78, 37-52
37 su corazón no era fiel para con él, no tenían fe en su alianza.
38 El, con todo, enternecido, borraba las culpas y no exterminaba;
bien de veces su cólera contuvo y no despertó todo su furor:
39 se acordaba de que ellos eran carne, un soplo que se va y no vuelve
más.
40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, le irritaron en
aquellas soledades!
41 Otra vez a tentar a Dios volvían, a exasperar al Santo de Israel;
42 no se acordaron de su mano, del día en que les libró del adversario;
43 cuando hizo en Egipto sus señales, en el campo de Tanis sus
prodigios.
44 Trocó en sangre sus ríos y sus arroyos para que no bebiesen.
45 Tábanos les mandó que los comieron, y ranas que los infestaron;
46 entregó a la langosta sus cosechas, el fruto de su
afán al
saltamontes;
47 asoló con granizo sus viñedos, y con la helada sus sicómoros;
48 entregó sus ganados al pedrisco y a los rayos sus rebaños.
49 Lanzó contra ellos el fuego de su cólera, indignación, enojo y
destrucción, tropel de mensajeros de desgracias;
50 libre curso dio a su ira. No preservó sus almas de la muerte, a la
peste sus vidas entregó;
51 hirió en Egipto a todo primogénito, las primicias de la raza en las
tiendas de Cam.
52 Y sacó a su pueblo como ovejas, cual rebaño los guió por el
desierto;