...la Biblia de Jerusalén
Salmo 84, 8-11
8 (9) ¡Yahveh Dios Sebaot, escucha mi plegaria, tiende tu oído, oh
Dios de Jacob!
9 (10) Oh Dios, escudo nuestro, mira, pon tus ojos en el rostro de tu
ungido. = Pausa. =
10 (11) Vale más un día en tus atrios que mil en mis mansiones, estar
en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en las tiendas de impiedad.
11 (12) Porque Yahveh Dios es almena y escudo, él da gracia y
gloria; Yahveh no niega la ventura a los que caminan en la perfección.