...la Biblia de Jerusalén
Salmo 92, 5-11
5 (6) «¡Qué grandes son tus obras, Yahveh, qué hondos tus
pensamientos!»
6 (7) El hombre estúpido no entiende, el insensato no comprende estas
cosas.
7 (8) Si brotan como hierba los impíos, si florecen todos los agentes
de mal, es para ser destruidos por siempre;
8 (9) mas tú, Yahveh, eres excelso por los siglos.
9 (10) Mira cómo tus enemigos perecen, se dispersan todos los
agentes de mal.
10 (11) Pero tú alzas mi frente como la del búfalo, derramas sobre mí
aceite nuevo;
11 (12) mi ojo desafía a los que me acechaban, mi oído escucha a los
malvados.